sábado, 20 de noviembre de 2010

BELLAS ARTES NUEVO MILENIO

La nueva era del Palacio de Bellas Artes

La sala principal del recinto histórico, quedó a la altura de las mejores del mundo y fue reinaugurada por el Presidente de la República

Alida Piñón e Ivonne Melgar
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de noviembre.- La de ayer fue una noche histórica para la vida cultural de México:  fue reinaugurada la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

En punto de las 19:33 horas el telón fue elevado para dejar ver un majestuoso escenario remozado y la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro del Teatro de Bellas Artes. Los aplausos y el asombro comenzaron.
Enseguida apareció el presidente de la República, Felipe Calderón; su esposa, Margarita Zavala; Teresa Vicencio, directora general del INBA; Consuelo Sáizar, titular del Conaculta; y Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública.

El Himno Nacional fue el primero en estrenar los alcances de la nueva acústica, que a decir de algunos asistentes como el músico Eugenio Toussaint, se escucha tan bien como prometieron los encargados de mejorar el problema que aquejaba al recinto de mármol desde su inauguración en 1934.

El Presidente sonreía mientras entonaba el Himno. Sáizar hacía lo propio con enjundia, mientras que el resto del presídium parecía rumorar la obra de Nunó y González Bocanegra.

En su participación, Sáizar afirmó: “Aquí hemos alimentando sueños y pasiones. Aquí encontramos mucho de lo mejor de nuestro pasado y mucho de lo mejor de México”. Y lanzó una tarea a la generación que ha visto nacer este milenio: diseñar un proyecto cultural del siglo XXI que logre convertir a México en la plataforma intelectual en español.

El jefe del Ejecutivo canceló el timbre postal conmemorativo y develó la placa que da fe del acto. El recinto se inundó con los aplausos de los invitados especiales, miembros del gabinete, funcionarios culturales del INBA, Conaculta y la UNAM, senadores y diputados con sus respectivas parejas y familias, y de un par de artistas y creadores: José Solé, Horacio Franco y Ramón Xirau; además de la viuda de Octavio Paz, quien tomó asiento en el Palco de Honor.

La Sinfónica, bajo la batuta de Carlos Miguel Prieto, ejecutó Sinfonía india, de Carlos Chávez; Huapango, de José Pablo Moncayo, e hizo el estreno mundial de Duelo de siglos, de Federico Ibarra, quien apareció en el escenario para recibir la ovación de pie de la concurrencia.

Más aplausos le dieron vida al recinto, que terminó su acto oficial con la interpretación de obras de Wagner, Beethoven, Verdi y Bizet. Afuera, en la explanada, decenas de transeúntes fueron testigos de las transmisiones en vivo, así como de un espectáculo a cargo de alumnos de las distintas escuelas de artes del INBA, que se prolongó pasada la medianoche.

Libertad creativa

En la reapertura de Bellas Artes, el presidente Felipe Calderón afirmó que su gobierno está comprometido con el respeto a la libertad creativa, a la que reivindicó como legado de la Revolución Mexicana que la democracia consolidó.

Consideró que en la actual circunstancia nacional “necesitamos mucho más elementos que nutran el alma, el sentido y el espíritu de los mexicanos, todo eso que sólo la cultura puede dar”.

El mandatario federal destacó que el presupuesto aprobado por el Congreso para este sector es de más de siete mil 820 millones de pesos, una cantidad que, comparó, duplica los recursos aplicados en 2006.

Sostuvo que su administración promueve que haya más música, más literatura, más artes plásticas y visuales, más teatro, más cine y más danza.

Porque el país, dijo el mandatario, necesita de artistas y creadores que muestren al mundo “la complejidad y la profundidad del espíritu de su gente, que detonen las reflexiones sobre lo que somos y sobre lo que podemos ser”.

De primera categoría
Luego de dos años de remodelación, una inversión que podría rebasar 680 millones de pesos, fue reabierta anoche la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, cuyo escenario es uno de los más importantes del mundo.

En 2007 expertos en mantenimiento y reacondicionamiento del Instituto de Ingeniería de la UNAM, a solicitud del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), determinaron que las instalaciones eran inseguras y que los equipos que se encontraban en uso eran obsoletos y ya ineficaces para satisfacer las necesidades de una sala de espectáculos de primer nivel, ya que todo funcionó sin parar desde 1934, cuando fue abierto al público; gran parte del equipo databa de 1908.

Así, en 2008 comenzaron los trabajos de remodelación de la sala. Se empezó con el equipamiento teatral, que incluyó tecnología escénica, audio, iluminación y video; el siguiente paso fue intervenir las instalaciones hidráulicas, ductos del sistema contra incendios, agua potable y drenaje, así como la construcción de nuevas cisternas.

Se continuó con el equipamiento teatral, instalación de nuevos sistemas de grabación, supertitulaje y vestimenta teatral; se amplió el foso de músicos, se incorporó un sistema de iluminación arquitectónica, aire acondicionado.

También se modificación los muros de los palcos, hay nuevas dobles puertas de acceso a la sala y la construcción de una nueva concha acústica. Así como una renovación general de la butaquería, palcos, instalaciones, cableados, entre otras necesidades.

En entrevista con Excélsior (15-11-10), Phillipe Amand, responsable de la remodelación del teatro, explicó que con los nuevos equipos aquellas imágenes de tramoyistas jalando cables, bolsas de arena o plomos sirviendo de contrapesos para subir y bajar escenografías son cosa del pasado.

Todo el trabajo coloca a este magnífico recinto como uno de los mejores teatros del orbe.

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