miércoles, 18 de julio de 2012

Jóvenes infractores, los anti-héroes admirados de la juventud en facebook México


18-07-12 |  REDES SOCIALES Y NARCOTRÁFICO   
Jóvenes infractores, 
los anti-héroes 
admirados
de la juventud 
en  facebook México 


México, DF.- Jesús presume ante sus amigos el rifle AK-47 que porta y con el cual posa para sus fotografías de Facebook. Sólo tiene 16 años, pero es de los pandilleros “más pesados”, como dicen los vecinos de la colonia Cachanilla, una zona con altos índices delictivos en las inmediaciones de la línea internacional de Mexicali.

Entre las calles terregosas de esta zona, conviven “polleros”, vendedores de droga y menores de edad que integran pandillas consideradas tan o más peligrosas que las bandas formadas por adultos.

Muestra de ello es que entre 2011 y 2012 se han duplicados las detenciones de menores en Mexicali por diversos delitos, de acuerdo con cifras proporcionadas por la Dirección de Seguridad Pública Municipal.

A pesar de que en ilícitos de alto impacto, como homicidio o secuestro, no hay una cifra alarmante, autoridades municipales y estatales reconocieron que se han vuelto más comunes ese tipo de detenciones en los últimos dos años.

Vicente Valenzuela Torres, coordinador de Vinculación con la Comunidad de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, advirtió que recientemente también se tienen múltiples denuncias ciudadanas en las que los menores de edad portan armas incluso de grueso calibre, como escopetas, rifles AR-15 y los llamados “cuernos de chivo”, que suelen ser utilizados por bandas dedicadas al narcotráfico.

Mientras tanto, el director de Seguridad Pública Municipal, Marco Antonio Carrillo Maza, refirió que las más de 50 mil viviendas abandonadas de interés social que hay en la ciudad, han hecho que puedan ser utilizadas por los menores como casas de seguridad o como “zonas de confort”, donde además de reunirse o vivir, pueden esconder armas, droga, objetos robados, entre otras cosas.

EL BARRIO






Martín o “El Sonik”, como le dicen en su barrio, la colonia Robledo de esta frontera, una con los más altos índices delictivos, forma parte de la pandilla “Chacales Sureños”. Se trata sólo de una de las más de 200 organizaciones delictivas formadas en su mayoría por menores de edad.

De acuerdo con datos proporcionados por la Unidad de Inteligencia de DSPM, en Mexicali se tienen 130 pandillas tradicionales, las cuales se dedican a ilícitos como el robo, vandalismo, venta de droga. Sin embargo, existen alrededor de 90 organizaciones más que tienen ligas con pandillas transnacionales, particularmente de Los Ángeles, San Diego y el Valle Imperial, lo cual las convierte en las de mayor peligrosidad.

Alfredo Arenas Moreno, coordinador de Enlace Binacional de la Policía Estatal Preventiva, puntualizó que dadas las condiciones de ciudades fronterizas como Tijuana o Mexicali, donde hay familias que tienen amigos o parentela en localidades de California, es común que los adolescentes se empiecen a vincular con pandillas y después hacen relación con organizaciones criminales estadounidenses.

El jefe policiaco comentó que cuando se ha detenido a fugitivos extranjeros que pertenecen a pandillas de Los Ángeles, San Diego, u otras partes de California, suelen esconderse en la frontera de Baja California, apoyados por pandilleros locales con los que tienen relación.

Vicente Valenzuela Torres, coordinador de Vinculación con la Comunidad de la DSPM, señaló que de acuerdo con investigaciones e interrogatorios que han aplicado con menores pertenecientes a organizaciones criminales locales, detectaron nuevas formas de operación.

En ese sentido, precisó que de las alrededor de 90 pandillas que tienen vínculos con organizaciones norteamericanas, hay un modus operandi a través de células, donde cada una se dedica a diferentes delitos, como el robo, tráfico de armas, tráfico de personas, venta de drogas, prostitución, sin contar con los integrantes que se dedican a la seguridad del grupo criminal o a los ajustes de cuentas.

Las traiciones, robo de mercancía y fuga de información generaron que estos grupos criminales evolucionaran y se organizaran a través de células, donde a pesar de operar en una misma zona, no trabajan juntas e incluso en ocasiones los integrantes no se conocen entre sí.

“Incluso los integrantes de estas pandillas ya empezaron a dejar de lado los tatuajes como forma de identificación y, para hacer más complicada la labor policiaca, se identifican entre ellos con tipos de vehículo o con claves de radiotelecomunicación”, expresó Valenzuela Torres.

El subcomandante de la Zona Poniente en Mexicali, la que concentra el mayor número de pandillas, Antonio Navarrete Castillo, advirtió que de no tomarse cartas serias en el asunto, estas organizaciones se convertirán en un serio problema de inseguridad, pues cada vez están mayormente integradas y organizadas por menores de edad.

Reveló que ya es una constante encontrar niños de entre 9 y 12 años, como edad de iniciación para estas pandillas.

LOS CHIQUINARCOS



Juan José estudia el tercero de secundaria. A sus 15 años de edad distribuye droga entre sus compañeros de clase y en los alrededores de la Secundaria Plan de Ayala del poblado rural Valle de las Palmas, en las cercanías de Tecate, Baja California.

Además de ser sorprendido por parte de autoridades escolares y policiacas con envoltorios de droga, tiene problemas de consumo, por lo cual, junto con otros seis compañeros de su escuela, fue enviado al programa de desintoxicación “FORMA”.

Fuentes informativas de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, así como del Sistema Educativo Estatal, informaron que en el caso particular de esta zona, se han detectado pistas de aterrizaje con droga y almacenes en los cuales se guarda el enervante. Lo anterior, consideran, es la razón de que parte de estas mercancías se queden en los poblados cercanos, y se enganche a adolescentes para que la vendan y consuman.

“Desgraciadamente es una zona donde hay presencia fuerte del narcotráfico, pero pues vemos ese lamentable fenómeno adicional en el que los cárteles de la droga optan por el narcomenudeo en los poblados y aprovechan que estos menores tienen condenas menores, pero los enganchan para siempre en la economía del delito y en las adicciones”, reveló el secretario de Seguridad Pública Estatal, Daniel de la Rosa Anaya.



 Pero no sólo los menores empiezan a involucrarse cada vez más en el narcotráfico en zonas rurales como Valle de las Palmas o en la ciudad de Tijuana; la capital de Baja California, Mexicali, también muestra índices alarmantes.

El director de Seguridad Pública Municipal en Mexicali, Marco Antonio Carrillo Maza, informó que en los últimos dos años hay un incremento significativo en los aseguramientos de menores de edad en temas relacionadas con el narcotráfico.

En el caso particular de lo que va en este 2012, se tiene un aumento de más del 25% con respecto al mismo periodo de 2011, donde la mayor parte de las detenciones son por venta de droga, mariguana y metanfetaminas principalmente.

Ejemplo de ello es Jesús “N”, quien a sus 16 años era considerado unos de los principales distribuidores de enervantes en la colonia Carlos Salinas de Gortari, una de las más conflictivas de Mexicali.

Autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado señalaron que dentro de las investigaciones y previo a la detención del menor, se detectó que Jesús tenía a cargo varias células de adolescentes que vendían la droga en la colonia y zonas aledañas.

Otro ejemplo es del Óscar Oziel, de 16 años, quien al ser detenido por elementos de la Policía Estatal Preventiva en la colonia Baja California, traía 27 envoltorios de heroína.

Esta zona, además de ser una de las de mayor incidencia delictiva, cuenta con casas de seguridad de traficantes de droga y de personas, además de haber presencia de pandillas internacionales.

“La Baja California para nosotros es un foco peligroso, pues hay muchos integrantes de pandillas transnacionales y reclutan a jovencitos de este lado, además de que recientemente detuvimos en esta misma colonia a una célula de miembros de la pandilla centroamericana Mara Salvatrucha”, dio a conocer el subcomandante de la Zona Poniente de la Policía Municipal, Antonio Navarrete Castillo.

Al respecto de este problema, el presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Mexicali, Pedro Ariel Mendívil, consideró que la actual legislación para adolescentes favorece que los adultos utilicen a los menores de edad para delitos relacionados con el narcomenudeo.

De acuerdo con la Ley de Justicia para Adolescentes en Baja California las penas por narcomenudeo u homicidio calificado, son de máximo siete años.

“Si es un menor de 12 a 14 años el que es sorprendido con drogas para su venta, a Ley de Justicia para Adolescentes en el Estado determina que no habrá castigo alguno, por eso es que vemos cada vez que niños menores de 14 se inician en pandillas. Si el menor sorprendido en narcomenudeo tiene entre 14 y 17 años, sólo puede alcanzar una pena máxima de siete años”, puntualizó el litigante.

Vicente Valenzuela Torres, coordinador de Vinculación con la Comunidad de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, reveló que de las más de 200 pandillas que existen en Mexicali, prácticamente la totalidad se dedican a la venta y consumo de droga, además de que en todas hay presencia importante, cada vez más creciente, de menores de edad.

DELITOS GRAVES

Se hacen llamar “Chacales Sureños” y son una de las pandillas más peligrosas de Mexicali. Asentados en una de las colonias históricamente conflictivas, la Robledo, son una de las 90 organizaciones delictivas juveniles que tienen nexos con otras en la Unión Americana, lo cual les da acceso a armas, drogas y relaciones con altas esferas del crimen.

El director de Seguridad Pública Municipal, Marco Antonio Carrillo Maza, explicó que aunque la Robledo es una zona que lleva 30 años de contar con organizaciones delictivas, el cambio generacional no ha hecho que descienda la criminalidad.

“Tenemos muchas colonias que hace 20 o 30 años eran un dolor de cabeza en inseguridad, pero ahora muchos de los entonces delincuentes se murieron o están presos, otros se perdieron en las drogas. En la Robledo y otras zonas no sucedió eso, vienen las nuevas generaciones y heredan la tradición delictiva”, subrayó.

Vicente Valenzuela Torres, coordinador de Vinculación con la Comunidad de la DSPM, señaló que de acuerdo con investigaciones e interrogatorios que han aplicado con menores pertenecientes a organizaciones criminales locales, detectaron nuevas formas de operación.

En ese sentido, precisó que de las alrededor de 90 pandillas que tiene vínculos con organizaciones estadounidenses, hay un modus operandi a través de células, donde cada una se dedica a diferentes delitos, como el robo, tráfico de armas, tráfico de personas, venta de drogas, prostitución, sin contar con los integrantes que se dedican a la seguridad del grupo criminal o a los ajustes de cuentas.

La relación con los grupos criminales transnacionales, particularmente con pandillas de Los Ángeles y San Diego, les fusiona o los hace tener nexos con cárteles del narcotráfico e incluso con bandas internacionales del crimen.

Comentó que adicionalemente las pandillas del Valle Imperial, colindante con Mexicali, han tenido un crecimiento en cuanto a su peligrosidad en los Estados Unidos.

“Muchos de estos pandilleros de la zona de Imperial y Coachella tienen en su mayoría familiares en Mexicali, así como pasa con pandilleros de Los Ángeles o Phoenix. Evidentemente esto ayuda a que estrechen relaciones criminales”, declaró Alfredo Arenas Moreno, coordinador de Enlace Binacional de la Policía Estatal Preventiva.

Tanto Arenas Moreno como Valenzuela Torres coincidieron en que el tráfico y la adquisición de armas operan fuerte entre estos grupos criminales, pues las organizaciones norteamericanas abastecen a los grupos mexicanos.

Antonio Navarrete Castillo, subcomandante de la Zona Poniente, una de las que mayor presencia tiene de pandillas juveniles en Mexicali, aseguró que los integrantes de estos grupos tiene acceso a cualquier tipo de arma, que va desde pistolas, escopetas, hasta rifles de asalto como el AR-15 o el AK-47, conocido como “cuerno de chivo”.

“Incluso, si revisamos homicidios y detenciones de los últimos dos años, vemos cómo asesinatos que se dieron en colonias e incluso en centros nocturnos de Mexicali, se vieron vinculados a grupos criminales de narcomenudeo, expresamente pandillas, en las que están involucrados menores de edad”, refirió Vicente Valenzuela Torres, coordinador de Vinculación con la Comunidad de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.

De acuerdo con las autoridades estatales y municipales, los nexos de la pandillas juveniles con cárteles de la droga y organizaciones transnacionales, hace que se tenga cada vez más la participación de menores de edad en ilícitos como el homicidio, venta de droga, tráfico de personas, tráfico de armas, robos con violencia e incluso la prostitución.

ROBOS ORGANIZADOS Y ‘POR HAMBRE’

A mediados del mes de febrero de 2012, un llamado de emergencia sorprendió a los agentes de la Policía Municipal en el poniente de Mexicali. Hablaban sobre la denuncia ciudadana de un grupo de niños que prácticamente habían peinado cuadras del fraccionamiento Las Magdalenas al robar mosquiteros, puertas y marcos de ventanas de las casa de interés social.

Cuando arribaron los agentes municipales confirmaron lo que se les notificó a través del llamado de emergencia, y detuvieron a un grupo de niños de entre 11 y 13 años que realizaron los robos.

Los menores, pertenecientes a la padilla de la colonia, aseguraron que sus robos eran para alimentarse y abastecer de alimentos a los demás integrantes del grupo criminal.

“Lamentablemente vemos que hay niños en la ciudad que no tienen la vigilancia de los padres, ya que a estos no les interesa o están perdidos en las drogas. Estos menores para poder subsistir se unen a las pandillas, y cometen este tipo de robos para tener alimento, ropa, drogas”, explicó Antonio Navarrete Castillo, subcomandante de la Policía Municipal.

Particularmente en los fraccionamientos de interés social hay un incremento alarmante en el robo de las casas, ya sea de cableado, ventanas, puertas, aparatos de aire acondicionado o incluso el robo total de los muebles. Parte importante de estos hurtos, de acuerdo con la Policía Municipal, son cometidos por grupos de menores de edad.

Al igual que sucede con los delitos de narcomenudeo, la débil legislación en materia de justicia para adolescentes, permite que estos menores puedan salir rápidamente de prisión si cometen un robo simple o incluso con violencia.

“Es por eso que los mayores de edad que hay en las pandillas mandan por delante a los más chicos, a fin de que puedan robar o cometer asaltos. De alguna manera de esta forma contribuyen a la economía del grupo criminal, ya sea para comida, armas, drogas, y si son detenidos, no tiene penalidades altas”, enfatizó Daniel de la Rosa Anaya, secretario de Seguridad Pública del Estado.

Marcos “N”, Jair “N”, Jonathan “N” y Samuel “N” son otro ejemplo de lo que sucede con las pandillas de menores de edad en Mexicali. Estos dos adolescentes de entre 14 y 16 años, eran el terror de los despachadores de tiendas de conveniencia en la zona sur de la ciudad, donde cometieron más de seis atracos a mano armada.

Los menores fueron señalados por los empleados a los que sometieron en varias de las tiendas asaltadas, pero no fue hasta hace un par de semanas, que gracias a las cámaras de videovigilancia que acaban de ser instaladas en diferentes puntos de Mexicali, que fueron ubicados y reconocidos.

LAS PANDILLERAS

Kimberly es una chica de 16 años que cursa la preparatoria. Vive en la peligrosa colonia Nacionalista, considerada una de las que registra mayor número de detenciones por narcomenudeo.

Pertenece a la pandilla de los “Wanders” y según una investigación de la Policía Estatal Preventiva, es una de las principales distribuidoras de cocaína en dicha colonia y zonas aledañas. Incluso, recientemente fue arrestada en posesión de 30 dosis de cocaína.

Según las investigaciones de elementos de Inteligencia de la PEP, la menor ingresó a la pandilla debido a que desde los 14 se hizo novia de uno de los miembros principales de la organización.

Vicente Valenzuela Torres, coordinador de Vinculación con la Comunidad de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, enfatizó que el motivo de que haya cada vez más mujeres en las organizaciones delictivas juveniles, es que éstas ingresan al ser amigas o novias de los pandilleros.

“Evidentemente un barrio o colonia donde existe una pandilla hace más vulnerables a sectores como las adolescentes, y ya sea por conveniencia, miedo o por entablar relaciones sentimentales, ingresan”, expresó.

Según las autoridades policiacas una vez que se ganan la confianza de los integrantes de la pandilla, crecen dentro de la organización y llegan a realizar cualquier actividad delictiva como el resto de los pandilleros.

Debido al número importante de jovencitas que integran estos grupos delictivos, alternamente forman divisiones exclusivas de mujeres o incluso han llegado a formar asociaciones independientes.

El subcomandante de la Policía Municipal, Antonio Navarrete Castillo, puso como ejemplo el hecho de que una pandilla tradicional como la “Demons Hidalgo”, que opera desde hace más de dos décadas, tenga una división de mujeres, pero también pandillas nuevas que son exclusivas del sexo femenino.

En dichas organizaciones, ya las adolescentes no cumplen exclusivamente el papel de novias o acompañantes de los jefes de las pandillas, sino que se involucran en delitos como el robo, la venta de droga, homicidios e incluso en redes de prostitución de menores.

CASAS DE SEGURIDAD

Viviendas de interés social lucen desoladas, vacías y vandalizadas en los fraccionamientos de Mexicali. Esta es la postal constante desde hace alrededor de cuatro años en que los propietarios empezaron a perder la capacidad de pago, tras la crisis económica estadounidense de 2008.

Sin embargo, más allá de las solitarias viviendas y algunas colonias fantasmales, la presencia de las organizaciones criminales también está presente. Los pandilleros marcan su territorio a través de pintas de gafiti o con determinados colores de pintura.

El Alcalde de Mexicali, Francisco Pérez Tejada Padilla, refirió que son alrededor de 50 mil viviendas abandonadas las que existen en la ciudad, y que hasta ahora han buscado la forma de que Infonavit genere un mecanismo de recuperación o de remate, a fin de que se convierta en guaridas del crimen.

“Es una demanda que nos hacen los vecinos de esos fraccionamientos, pues estas casas se han convertido en bodegas de objetos robados, casas de seguridad, casas de citas, laboratorios de droga, entre otras cosas”, puntualizó.

El director de Seguridad Pública Municipal, Marco Antonio Carrillo Maza, señaló que al no haber una supervisión directa y constante por parte de las dependencias encargadas, integrantes de grupos criminales se adueñan de estas viviendas.

Las viviendas pueden ser usadas no solamente para vivir gratuitamente, sino para crear zonas de seguridad de la organización, pues las utilizan como punto de reunión, de fiestas, y han sido señaladas como casas de citas o donde se prostituyen a menores de edad.

Adicionalmente hay otras casas aledañas que pueden servir para guardar objetos robados, droga, armas, o como laboratorios clandestinos de metanfetaminas.






       

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