domingo, 8 de mayo de 2011

Un hombre de Al Qaeda mató a nueve policías en una cárcel de Bagdad

08-05-11 | POLÍTICA

Un hombre 

de Al Qaeda 

mató a nueve 

policías 

en una cárcel 

de Bagdad



Abu Hazifa al Batawi robó el arma de uno de sus custodios mientras que erainterrogado y atacó a un grupo de oficiales. El terrorista fue abatido por miembros de la fuerza


Diez presuntos miembros de Al Qaeda y ocho policías murieron en la noche del sábado en Bagdad en un motín en una prisión organizado por Batawi, acusado de haber preparado la matanza en una catedral católica de la capital.
                                                                                                        
La sedición, que duró varias horas en un centro de detención de la unidad de lucha antiterrorista del ministerio del Interior, costó la vida a cuatro oficiales. Entre los muertos figura el general Moayed Al Sayed, jefe de esta unidad para el sector de Karrada, y otros cuatro agentes, indicó un alto responsable iraquí del contraterrorismo que pidió mantener el anonimato.

La revuelta comenzó cuando los policías interrogaban a Batawi, para tratar de obtener informaciones sobre posibles proyectos de represalia de la organización.

El hombre está acusado de haber coordinado el sangriento atentado contra la catedral católica de Bagdad el 31 de octubre de 2010, en el que murieron 44 fieles, dos sacerdotes y siete miembros de las fuerzas de seguridad.

Cuando fue arrestado en noviembre con otros once presuntos miembros de Al Qaeda, las autoridades afirmaron que era el jefe para Bagdad del Estado islámico en Irak, una rama local de Al Qaeda.

Durante su interrogatorio, poco después de medianoche, Batawi consiguió apoderarse del arma de un teniente al que mató antes de tomar rehenes y liberar a nueve presos, todos miembros de la célula desmantelada en noviembre, indicó el responsable del contraterrorismo.

El grupo se dirigió luego hacia la oficina del general Saleh, al que mataron de un balazo en la cabeza. Luego los amotinados se apoderaron de otras armas y de granadas. Cinco de los detenidos trataron de huir luego en un automóvil policial, pero miembros de las fuerzas especiales que llegaron como refuerzo los mataron.

Los otros cinco se atrincheraron en la prisión hasta la muerte del último de ellos, indicó este responsable, que precisó que un prisionero también resultó herido.
                                                                                                   
"La célula desmantelada en noviembre estaba acusada de numerosas operaciones terroristas, no sólo de aquella contra la catedral", dijo el responsable."Muchas investigaciones al respecto estaban en curso y por eso estaban detenidos en la unidad antiterrorista".

En el centro de detención había 220 prisioneros, entre los cuales 38 presuntos miembros de Al Qaeda. Un funcionario del ministerio del Interior dio cuenta de cinco muertos, entre los cuales cuatro policías y Hutahifa Al Batawi, y de seis heridos, entre ellos cinco policías y un insurgente.

Otro dirigente de Al Qaeda en Irak resultó muerto el domingo durante un enfrentamiento de varias horas con policías y soldados iraquíes en el que también murió un oficial del Ejército cerca de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad, según fuentes policiales.

Las fuentes explicaron que fuerzas del Ejército y de la Policía recibieron informaciones sobre el lugar donde se refugiaba el dirigente de Al Qaeda, identificado como Ali Abdalá Hazem, en el centro de la ciudad de Al Huwaiya, 50 kilómetros al suroeste de Kirkuk.

Cuando las fuerzas de seguridad llegaron al lugar fueron recibidos con explosivos, quecausaron la muerte de un oficial del Ejército y heridas a un policía.

Posteriormente, se desató un enfrentamiento entre los policías y el dirigente terrorista, que terminó con la muerte de éste último.
                                                                                                                         
El extremista llevaba un cinturón de explosivos, que los policías desactivaron, afirmaron las fuentes, que añadieron que se requisaron de otros dos cinturones, bombas y armamento.

Cuatro mujeres, dos de ellas esposas de Hazem, su madre y su hermana, fueron detenidas durante la operación.

Después de la muerte de Osama Bin Laden, las medidas de seguridad fueron reforzadas en Irak, donde Al Qaeda sigue teniendo la capacidad de efectuar operaciones sangrientas, a pesar de las derrotas sufridas por la organización en los últimos años.

Las diversas organizaciones islamistas también son sospechosas del atentadosuicida con coche bomba del jueves contra un puesto policial en Hilla, en el que murieron 24 policías.

Este motín podría hacer resurgir, una vez más, el interrogante sobre la capacidad de las fuerzas iraquíes para asumir la seguridad, cuando faltan menos de ocho meses para que se vayan los 45.000 soldados estadounidenses aún presentes en Irak.



Fuente: EFE - AFP

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