Luis Donaldo Colosio, crimen político
El asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta (1950-1994), candidato a Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional, ocurrió el miércoles 23 de marzo de 1994 a las 5:12 de la tarde, hora del Pacífico, 7:12 hora de la Ciudad de México. Fue herido mortalmente tras presidir un mitin en la colonia Lomas Taurinas de Tijuana, por Mario Aburto Martínez.
La muerte de Colosio se considera el primer magnicidio cometido en México desde el asesinato de Álvaro Obregón
en 1928. Por el enrarecido ambiente político en el que sucedió, además
de los errores, omisiones y desatinos que se cometieron en el curso de
la investigación, este caso generó grandes sospechas e incredulidad
entre la población. Para gran parte de los mexicanos, se trató de un
complot orquestado y dirigido en el seno del propio PRI, ordenado
directamente por el entonces Presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, a través de su jefe de asesores, José María Córdoba Montoya. Sin embargo, el último fiscal del caso, Luis Raúl González Pérez,
estableció que no existen evidencias sólidas para señalar a nadie más
que Aburto como único autor intelectual y ejecutor del crimen, y por
ello el gobierno considera cerrado el caso desde el año 2000.
El México de finales de siglo
Luis Donaldo Colosio obtuvo la candidatura presidencial bajo el
procedimiento informal conocido como "destape", acostumbrado durante los
gobiernos priistas en México. En él, aproximadamente un año y medio
antes de la fecha de las elecciones, se empezaban a manejar en los
medios de comunicación los nombres de quienes podían obtener la
nominación del PRI, todos pertenecientes al gabinete del Presidente en
turno porque era éste quien en realidad designaba directamente al
candidato a través del mecanismo conocido como dedazo. Durante casi sesenta años, al tratarse de un sistema prácticamente unipartidista,
al "destapado" se le consideraba como el nuevo presidente y la campaña
se afrontaba como un trámite. Ello explica parte del gran daño sistémico
que este atentado causó al régimen político mexicano: aunque ya en 1988
se había presentado un proceso electoral lo suficientemente competido
que incluso se presume fue fraudulento, Colosio era visto como el
sucesor de Carlos Salinas.
Por qué Lomas Taurinas
Uno de los puntos que levantó sospecha en torno al caso fue la
elección de Lomas Taurinas como sede del mitin, ya que se trataba de un
lugar que no contaba con las condiciones mínimas de seguridad para los
asistentes ni para el candidato, y presentaba múltiples problemas de
logística; todo ello se pasó por alto.
A principios de marzo de 1994 el equipo de campaña decidió que se
realizaría una visita a Tijuana, que incluiría un "diálogo" con colonos
de zonas populares. Para la sede del acto político se descartaron zonas
conocidas como 'El Terrenazo y El Florido', así como el
hipódromo, la plaza de toros, la explanada del PRI local, el ejido
Mariano Matamoros y un deportivo, porque no se quería realizar un evento
de gran magnitud que ocasionara problemas viales. El 17 de marzo
Guillermo Hopkins, subcoordinador de Logística de la campaña, decidió
que el mitin se realizaría en Lomas Taurinas, a sugerencia de Jaime
Martínez Veloz, entonces subdelegado de Sedesol
en la Zona Costa de Baja California. En el expediente de la
investigación se consigna que se eligió Lomas Taurinas porque "era una
colonia beneficiaria de Sedesol, eminentemente priista, representativa
de las características urbanas de Tijuana, con bajas condiciones
socioeconómicas, por tener un escenario natural y de fácil acceso, era
representativa de los problemas de la mayoría de colonias tijuanenses,
había sido visitada por otros candidatos del PRI y es cercana al
aeropuerto".
Lomas Taurinas se ubica en una barranca cerca de la línea
internacional con Estados Unidos, a espaldas del aeropuerto. Está
rodeada por otras colonias populares. En 1994 la habitaban alrededor de
20 mil familias que carecían de agua potable, drenaje y calles
pavimentadas.
La zona donde se realizó el mitin era un parque terregoso en la
confluencia de las calles La Punta, Torrecillas, López Mateos y Mariano
Arista. En el flanco sur, en donde desemboca la calle Mimiahuapan,
corría un pequeño río de aguas negras llamado Canal de Pastejé. Para
llegar a la explanada había un puente de madera, sin barandal, de 2.80
metros de ancho y siete metros de longitud.
El PRI local, que organizó el acto, decidió utilizar la parte trasera
de una pick up como templete, ya que se trataba de un acto “informal”.
El vehículo fue estacionado en la parte más alta de la plaza, en el lado
norte, en la esquina de Torrecillas y López Mateos.
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