sábado, 30 de octubre de 2010

En Yucatán así ven la tradición del Pan de Muerto

El Pan de muerto, una dulce costumbre
importada del centro del país

Aunque tiene su origen en la región central del país, el "pan de muerto" es ya un invitado especial de los altares que se acostumbra montar para estas fechas, en honor de los fieles difuntos, y también tiene presencia relevante en la mesa de los hogares yucatecos, para degustarlo con café, leche o una taza de chocolate.

Según algunas consideraciones, el pan de muerto ha desplazado casi por completo a otras variedades de panes tradicionales de la región que, hasta hace unas décadas, se incluían en las ofrendas a los difuntos, como el de Pomuch, pan de elote, de queso, patas y tutis.

La industria panificadora yucateca reconoce que el pan de muerto es la segunda pieza tradicional de mayor demanda en temporadas específicas, sólo por debajo de la rosca de reyes, según indica el Sr. Rafael Vázquez Avila, propietario de la panificadora El Retorno y uno de los primeros que introdujo el pan de muerto a Mérida hace 20 años.
-En un principio, el pan de muerto tuvo poca aceptación debido a las arraigadas tradiciones regionales, que prácticamente no permitían la intromisión de una pieza proveniente del centro del país.

-Sin embargo, tras mejorar la receta y convertirla en una pieza de pan accesible, debido a que no lleva relleno costoso, poco a poco se ha ganado un lugar en el gusto del público, que lo prefiere por su consistencia esponjosa, escarchado de azúcar y sabor a naranja característico.

-El pan de muerto es una tradición que tiene varios siglos en el centro del país. Hoy día ya se ha ganado un lugar en las ofrendas que se colocan en los altares de "Hanal pixán" -agrega el entrevistado.

-La receta es sencilla: harina, huevo, mantequilla, agua, un toque de naranja y fermentado lento, para garantizar el esponjado característico de la pieza.
Más adelante, recuerda que el pan de muerto comenzó a tener aceptación en 1985, debido en gran parte a la promoción de la pieza en supermercados de la ciudad, a fines de octubre y principios de noviembre.

-La pieza tiene forma redonda, para simbolizar una tumba; el núcleo, en la parte superior, representa la base del cráneo, y los adornos laterales, los huesos de las extremidades.

-En los últimos años, algunas panificadoras han variado la forma de la pieza para hacerla más llamativa; sin embargo, la receta es la misma.

-La única variante, que repercute no tan sólo en el sabor sino que también en el precio, es utilizar leche en vez de agua -explica el Sr. Vázquez Avila.
-El pan que se elabora con leche es un poco más caro, pero la diferencia en el sabor es notoria: se logra una consistencia más suave y cremosa.

-La calidad de la harina también puede marcar la diferencia de sabor. Por lo general, los supermercados utilizan harinas preparadas para la elaboración del pan, lo cual permite identificar el sabor del producto hecho por determinado establecimiento.
-Las panaderías pueden darle al pan el sabor y consistencia deseados.

Por otra parte, lamenta que algunos panes tradicionales de la región se estén perdiendo; sin embargo, advierte que cada vez se piden menos debido por lo general a que se rellenan de queso, jamón o lomo, lo cual los encarece.

Para finalizar, indica que durante estos días surte pedidos de hasta 300 panes de muerto que le hacen empresas para regalar a los clientes.

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