9/11 La otra cara del 11-S: el estrés postraumático

10-09-11 | POLÍTICA

La otra cara del 11-S: 

el estrés postraumático

El psiquiatra Enrique Stein explicó a Infobae América cómo un ataque como el perpetrado por Al Qaeda puede cambiar la vida de sus testigos. Depresión, trastorno de ansiedad y abuso de sustancias, son otras secuelas que padecen los neoyorquinos

Crédito foto: AP

Cuando los dos aviones Boeing 757 se estrellaron contra el World Trade Center, no sólo modificaron el escenario político de los Estados Unidos y del mundo entero, sino que cambiaron para siempre la vida de decenas de miles de personas.

A las casi 3000 víctimas fatales, se sumaron al menos 70 mil ciudadanos que fueron testigos de lo sucedido, según cifras del gobierno neoyorquino, y que debieron ser examinados.

Muchos de ellos experimentaron daños físicos. Otros padecieron alteraciones psicológicas producto de lo que vieron en las inmediaciones de las Torres Gemelas o a través de la televisión o por haber perdido a algún ser querido.

Por lo general se habló de cuadros de estrés postraumático que es una figura medico clínica que engloba la sintomatología -aislamiento social, angustia, la experimentación de un flashbacks- que desarrollan personas que estuvieron en riesgo de vida.  Sin embargo otros trastornos también fueron detectados pero cobraron menos notoriedad.

"Como el atentado a las Torres Gemelas fue un hecho disruptivo en la realidad de los neoyorquinos es probable que cierta cantidad de ellos haya presentado el cuadro", indicó el especialista en psiquiatría y consultor de la Organización Panamericana de Salud (OPS), Enrique Stein, en diálogo con Infobae América.

No obstante aclaró: "El síndrome es algo menos común de lo que se cree. Sobre 100 personas, la tasa de prevalencia es del 10%. Muchas veces se diagnostica como personas con estrés postraumático a quienes sufren otro tipo de alteraciones como crisis de angustia, trastornos fóbicos o depresivos, o modificaciones de la personalidad".

En ese sentido, el Grupo de Trabajo Médico del World Trade Center -que desde el 2007 analiza las consecuencias que tuvo el ataque en la salud de los ciudadanos- determinó, tras entrevistar a más de 70 mil personas, que el síndrome fue padecido por adultos expuestos al derrumbe de los dos edificios.

En su informe anual de 2010 concluyó que lo padecen las personas que estuvieron atrapadas en la nube de polvo causada por el derrumbe, que sufrieron heridas y que fueron testigos o conocían a alguien que murió. Entre los principales grupos afectados se encuentran los bomberos, policías y rescatistas.

Un informe del diario estadounidense The New York Times señaló que por lo menos 10.000 pacientes sufrieron estrés postraumático en la última década, de los cuales 3.600 aún tienen síntomas. Pero advierte que la atención médica se realizó en los hospitales públicos donde no se diferenció entre ese trastorno y la depresión o la ansiedad.

Stein señaló que uno de los factores claves que inciden en que una persona desarrolle estrés postraumático, además de ciertas condiciones médico-clínicas, son las variables sociales y culturales. "En el caso del atentado, a la importante cuota que tuvo por ser un hecho imprevisto, se sumaron distintos aspectos. Hubo quienes lo vivieron como algo inexplicable y otros que entendían cierto cuestionamiento de lo sucedido. Todo eso provoca que las experiencias y las respuestas sean distintas", aseguró.

"La atención temprana de es algo fundamental. No es lo mismo atender a alguien que sale de una situación siniestra y es acogida por un grupo de expertos, que trabajar con quien no tuvo ese beneficio", subrayó el especialista. "Un rápido tratamiento permite que rápidamente comiencen a desaparecer los síntomas del estrés", afirmó.

Según el Departamento de Salud Mental e Higiene de Nueva York, la mayoría de las personas expuestas a los ataques mostró señales de estrés inmediato y de corto plazo. Pero otras experimentaron que, con el tiempo, los síntomas empeoraron incluso años después.

Los expertos del organismo determinaron que las condiciones a largo plazo más comunes fueron, además del estrés postraumático, la depresión, el trastorno de ansiedad  y el abuso de sustancias. Estimaron que una misma persona puede sufrir varias de esos cuadros.