Traiciona a Hugo Valdemar la Segob
Paga novatada de director de Asuntos Religiosos
Rompe Segob el pacto de caballeros signado con la Arquidiócesis Primada de México Una llamada informó al vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, que sería sancionado, por la Secretaría de Gobernación, por su declaración contra el Partido de la Revolución Democrática en la que invitaba a evitar sufragar por el partido que promovió leyes a favor del aborto, matrimonios de personas del mismo sexo y adopciones de infantes por estas parejas.
Valdemar se encontraba en Culiacán, para la toma de posesión del nuevo obispo de la capital sinaloense, Jonás Guerrero; también asistieron el cardenal Norberto Rivera Carrera, el nuncio de la Santa Sede, Christophe Pierre, y el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Carlos Aguiar Retes, arzobispos y una treintena de obispos.
Al otro lado del teléfono estaba Paulo Tort Ortega, director de Asuntos Religiosos de la Segob, quien le informaba que la sanción sería un apercibimiento y le pedía que el tema se manejara con un bajo perfil mediático.
A cambio, Tort se comprometió a no hacer pública la sanción.
Cardenales, algunos obispos muy importantes y el nuncio fueron enterados del acuerdo, que sería traicionado, horas después, en un comunicado de la Secretaría de Gobernación.
En esta maniobra, la secretaría de Francisco Blake Mora pagó la novatada de Paulo Tort Ortega al ceder a las presiones de los consejeros del IFE ligados al PRD a unos días de la visita de Felipe Calderón al Vaticano para la beatificación de Juan Pablo II.
A la llegada de Jesús Zambrano se puso como prioridad, en el partido, recuperar el espacio perdido en el Distrito Federal a causa de los conflictos con la Iglesia y la aprobación de leyes impopulares, como las adopciones de infantes por matrimonios gays.
Las últimas encuestas describían una tendencia negativa para el sol azteca y un avance muy peligroso para el Partido Revolucionario Institucional si Beatriz Paredes Rangel fuera la candidata a jefe de Gobierno del DF.
La estrategia de Jesús Ortega y Jesús Zambrano fue atemorizar a la Iglesia católica para bajarle a los decibeles de sus declaraciones contra las políticas implementadas y revertir el avance negativo.
Uno de los objetivos a callar es el vocero de la Arquidiócesis, Hugo Valdemar, que en su carácter de comunicador se erigió en el primer crítico de las reformas que, por obvias razones, contradecían los preceptos de la Iglesia católica.
La sanción de Gobernación no incluyó al cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, quien habló con la misma firmeza de estos temas, dato que resultó extraño a la curia de la Iglesia y fue interpretado como una maniobra para tranquilizar al PRD y evitar que la información llegara a altos niveles en el Vaticano, para no contaminar la visita de Calderón a los festejos de Juan Pablo II en tiempos de apertura, en que el propio Joseph Ratzinger agarró por los cuernos a los temas más espinosos, sin embargo, el intento de mordaza contra la Iglesia católica ya es comentario en la Santa Sede.
Ayer domingo, el vocero Valdemar y el presidente de los Abogados Católicos, Armando Martínez, fijaron la posición de la Iglesia católica frente a la libertad de expresión a la que no renunciarán, aún a costa de enfrentar sanciones y presiones de grupos políticos de izquierda.
En conferencia de prensa en la que estuvo presente el padre Hugo Valdemar, el abogado aseguró que la dependencia que dirige, Francisco Blake Mora, y la Subdirección de Asuntos Religiosos atacaron a la Iglesia Católica en plena Semana Santa, “litigando” en los medios de comunicación un asunto de delicada naturaleza.
Explicó que la falta de solidez jurídica de la Secretaría de Gobernación es evidente, pues consideró que los que los argumentos condenatorios son estrictamente de carácter “político electoral, además de que el proceso aún no concluye, “por si no lo saben los abogados de la Segob”, ya que el caso todavía está en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
“Es por ello que resulta inevitable preguntarse si la resolución condenatoria no se trata más bien de una venganza que ejerce la Secretaría de Gobernación como pago por las alianzas electorales, convirtiéndose así en vocera del PRD y de su presidente, el ex guerrillero “Eduardo”, conocido hoy como Jesús Zambrano, quien ahora se alza en actitud arrogante y pendenciara por la razón moral que, a su juicio, le da la Secretaría de Gobernación, misma institución que en otros tiempos lo calificó como un peligro para el Estado”, dijo.
Asimismo, aseguró que detrás del reconocimiento que hace el dirigente del sol azteca a la resolución de la Secretaría de Gobernación, “no se observa un fortalecimiento del Estado, sino un mimetismo ideológico para justificar su participación en el poder que otrora combatió violentamente”.
Asimismo, afirmó que con esto el PRD, que una y otra vez ha demostrado que no sólo no aceptan la crítica a sus leyes destructoras de los valores de la sociedad, de la familia y de la religión, está dispuestos a desatar una “persecución legaloide” y una “represión fascista” contra la Iglesia Católica y sus creencias.
Armando Martínez lamentó que en México los derechos humanos, de libertad religiosa y de expresión se nieguen y se quiere condenar al “silencio” a los sacerdotes católicos, a través del brazo político del Estado, “que, insistimos”, litigó en los medios de comunicación en plena Semana Mayor, este asunto sin la mínima ética que garantizara el agotamiento de todas las etapas del procedimiento para ser definitiva”.
En ese sentido, el defensor del padre, Hugo Valdemar, anunció que apelaran la decisión de la Secretaría de Gobernación, ya que el vocero de la Arquidiócesis “es un mártir de la libertad de expresión.
“Estamos ante el mártir que todo mundo quiere flagelar; Hugo (Valdemar) está aguantando simplemente por expresar sus ideas como todo mundo lo hace…”, indicó.
Por su parte, Hugo Valdemar, aseguró que en ningún momento violó la ley, “ya que no desperdicia sus homilías hablando de política”.
Dijo que la amonestación es una sanción mínima, pero lo que realmente está peleando es su derecho a la libertad de expresión porque es un “derecho humano y no es una concesión del Estado a un ciudadano o un ministro de culto, es un derecho fundamental que la Iglesia ha venido pidiendo”. Advirtió que a él no lo han callo y no lo van a callar.
Finalmente, su representante legal dijo que el secretario de Gobernación, Francisco Blake aún tiene la oportunidad histórica de “corregir el agravio cometido”.
Valdemar se encontraba en Culiacán, para la toma de posesión del nuevo obispo de la capital sinaloense, Jonás Guerrero; también asistieron el cardenal Norberto Rivera Carrera, el nuncio de la Santa Sede, Christophe Pierre, y el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Carlos Aguiar Retes, arzobispos y una treintena de obispos.
Al otro lado del teléfono estaba Paulo Tort Ortega, director de Asuntos Religiosos de la Segob, quien le informaba que la sanción sería un apercibimiento y le pedía que el tema se manejara con un bajo perfil mediático.
A cambio, Tort se comprometió a no hacer pública la sanción.
Cardenales, algunos obispos muy importantes y el nuncio fueron enterados del acuerdo, que sería traicionado, horas después, en un comunicado de la Secretaría de Gobernación.
En esta maniobra, la secretaría de Francisco Blake Mora pagó la novatada de Paulo Tort Ortega al ceder a las presiones de los consejeros del IFE ligados al PRD a unos días de la visita de Felipe Calderón al Vaticano para la beatificación de Juan Pablo II.
A la llegada de Jesús Zambrano se puso como prioridad, en el partido, recuperar el espacio perdido en el Distrito Federal a causa de los conflictos con la Iglesia y la aprobación de leyes impopulares, como las adopciones de infantes por matrimonios gays.
Las últimas encuestas describían una tendencia negativa para el sol azteca y un avance muy peligroso para el Partido Revolucionario Institucional si Beatriz Paredes Rangel fuera la candidata a jefe de Gobierno del DF.
La estrategia de Jesús Ortega y Jesús Zambrano fue atemorizar a la Iglesia católica para bajarle a los decibeles de sus declaraciones contra las políticas implementadas y revertir el avance negativo.
Uno de los objetivos a callar es el vocero de la Arquidiócesis, Hugo Valdemar, que en su carácter de comunicador se erigió en el primer crítico de las reformas que, por obvias razones, contradecían los preceptos de la Iglesia católica.
La sanción de Gobernación no incluyó al cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, quien habló con la misma firmeza de estos temas, dato que resultó extraño a la curia de la Iglesia y fue interpretado como una maniobra para tranquilizar al PRD y evitar que la información llegara a altos niveles en el Vaticano, para no contaminar la visita de Calderón a los festejos de Juan Pablo II en tiempos de apertura, en que el propio Joseph Ratzinger agarró por los cuernos a los temas más espinosos, sin embargo, el intento de mordaza contra la Iglesia católica ya es comentario en la Santa Sede.
Ayer domingo, el vocero Valdemar y el presidente de los Abogados Católicos, Armando Martínez, fijaron la posición de la Iglesia católica frente a la libertad de expresión a la que no renunciarán, aún a costa de enfrentar sanciones y presiones de grupos políticos de izquierda.
SEGOB ES BRAZO REPRESOR Y VENGATIVO DEL PRD: ARMANDO MARTÍNEZ
De “brazo represor y vengativo del PRD”, calificó el presidente del Colegio de Abogados Católicos de México, Armando Martínez, a la Secretaría de Gobernación, que en esta Semana Santa amonestó al director de Comunicación Social de la Arquidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar, por haber llamado, presuntamente, a votar contra el PRD en pleno proceso electoral.En conferencia de prensa en la que estuvo presente el padre Hugo Valdemar, el abogado aseguró que la dependencia que dirige, Francisco Blake Mora, y la Subdirección de Asuntos Religiosos atacaron a la Iglesia Católica en plena Semana Santa, “litigando” en los medios de comunicación un asunto de delicada naturaleza.
Explicó que la falta de solidez jurídica de la Secretaría de Gobernación es evidente, pues consideró que los que los argumentos condenatorios son estrictamente de carácter “político electoral, además de que el proceso aún no concluye, “por si no lo saben los abogados de la Segob”, ya que el caso todavía está en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
“Es por ello que resulta inevitable preguntarse si la resolución condenatoria no se trata más bien de una venganza que ejerce la Secretaría de Gobernación como pago por las alianzas electorales, convirtiéndose así en vocera del PRD y de su presidente, el ex guerrillero “Eduardo”, conocido hoy como Jesús Zambrano, quien ahora se alza en actitud arrogante y pendenciara por la razón moral que, a su juicio, le da la Secretaría de Gobernación, misma institución que en otros tiempos lo calificó como un peligro para el Estado”, dijo.
Asimismo, aseguró que detrás del reconocimiento que hace el dirigente del sol azteca a la resolución de la Secretaría de Gobernación, “no se observa un fortalecimiento del Estado, sino un mimetismo ideológico para justificar su participación en el poder que otrora combatió violentamente”.
Asimismo, afirmó que con esto el PRD, que una y otra vez ha demostrado que no sólo no aceptan la crítica a sus leyes destructoras de los valores de la sociedad, de la familia y de la religión, está dispuestos a desatar una “persecución legaloide” y una “represión fascista” contra la Iglesia Católica y sus creencias.
Armando Martínez lamentó que en México los derechos humanos, de libertad religiosa y de expresión se nieguen y se quiere condenar al “silencio” a los sacerdotes católicos, a través del brazo político del Estado, “que, insistimos”, litigó en los medios de comunicación en plena Semana Mayor, este asunto sin la mínima ética que garantizara el agotamiento de todas las etapas del procedimiento para ser definitiva”.
En ese sentido, el defensor del padre, Hugo Valdemar, anunció que apelaran la decisión de la Secretaría de Gobernación, ya que el vocero de la Arquidiócesis “es un mártir de la libertad de expresión.
“Estamos ante el mártir que todo mundo quiere flagelar; Hugo (Valdemar) está aguantando simplemente por expresar sus ideas como todo mundo lo hace…”, indicó.
Por su parte, Hugo Valdemar, aseguró que en ningún momento violó la ley, “ya que no desperdicia sus homilías hablando de política”.
Dijo que la amonestación es una sanción mínima, pero lo que realmente está peleando es su derecho a la libertad de expresión porque es un “derecho humano y no es una concesión del Estado a un ciudadano o un ministro de culto, es un derecho fundamental que la Iglesia ha venido pidiendo”. Advirtió que a él no lo han callo y no lo van a callar.
Finalmente, su representante legal dijo que el secretario de Gobernación, Francisco Blake aún tiene la oportunidad histórica de “corregir el agravio cometido”.
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