lunes, 8 de agosto de 2011

Realiza pseudo narcotraficantes extorsiones en el Centro, la Roma y la Condesa

08-08-11 |    Sociedad

Realizan

pseudo 

narcotráficantes

multiples

extorsiones 

en el Centro, 

la Roma y la Condesa


Empleados y dueños de negocios detallan a este diario las amenazas que sufren por presuntos miembros del crimen organizado

Gerardo Jiménez
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Extorsiones en el DF




CIUDAD DE MÉXICO, 8 de agosto.- Como si se tratara de un recado o una lista para comprar joyería de fantasía, Marcial abrió el papel y la amenaza estaba escrita: “Tienes una semana para juntar cinco mil pesos, de lo contrario atente a las consecuencias…”, al final de ese texto, en la parte inferior, la última letra del abecedario estaba plasmada, una “Z”.

Era un adolescente quien portaba el escrito, no esperó respuesta, sólo advirtió: “Ahí, se lo dejo, se lo mandan unos señores”. Y después ese joven con pinta de reggaetonero se perdió entre la multitud que a diario compra sobre la calle del Carmen y sus alrededores, ahí en el Centro Histórico.

Marcial, quien por más de 25 años se ha dedicado a la venta de joyería y bisutería, no entendió el mensaje. Se lo mostró a sus empleados. Uno de ellos, le dijo que se había enterado que en otros locales comerciales estaban pidiendo dinero o “renta” para que no les sucediera nada, decían que eran Los Zetas.

Marcial no le dio importancia, pensó que ese tipo de cosas sólo ocurrían en el norte del país, más no aquí en la ciudad, en el Centro Histórico, a unos cuantos metros del Palacio Nacional.

Una semana después de recibir la advertencia, en plena luz del día, llegaron cuatro jóvenes que no rebasaban los 30 años, sin decir nada, bajaron sin mediar palabra las cortinas metálicas y de entre sus ropas sacaron una especie de metralletas. Marcial quedó paralizado.

“¡Le mandamos decir hijo de su puta madre que juntara cinco mil pesos, dónde están, y sólo para decirle que cada semana vamos a venir y esté pendiente cabrón y cuidado con dar parte a la policía porque se lo carga la chingada a usted y a sus hijos!”, dijo el hombre más pequeño, de aproximadamente 1.60 metros de estatura y el único con barba de candado.

Al principio, Marcial argumentó que era muy temprano y todavía no vendían lo suficiente. Otro de los hombres armados le dijo que abriera la caja de seguridad que tenía en la parte trasera, en la bodega.
En ese momento Marcial, supo que no sólo contaban información de su caja de seguridad. Este hombre de 55 años de edad, de complexión robusta y rostro duro, se sintió el más frágil e inferior, sin reclamos sacó el dinero exigido.

Todo había ocurrido en menos de 10 minutos. Las cortinas metálicas se abrieron, la luz del sol entró junto con el bullicio de ambulantes y gente apresurada.

Los cuatro hombres se retiraron con una bolsa de plástico aparentando una compra y en la calle nadie se dio cuenta o no quisieron darse por enterados de lo sucedido en el local de Marcial.


Ojos por todos lados

Al caminar por la calle de El Carmen y serpentear por otras más, se puede observar que hay ojos por todos lados que observan los movimientos de los desconocidos. Hombres en las esquinas con radios, cuidando los rondines de la policía para alertar a los ambulantes.

Otros más como vigías que con señas, ademanes entre cruzan claves, todo es observado, por ello cuando se le insiste a Marcial, si alguien no se dio cuenta, este comerciante de joyería de fantasía lo duda, pero no entra en más detalles, no quiere contar más de esos instantes que vivió hace dos meses.

Durante el recorrido para platicar con el comerciante en Jesús María, sorprende la presencia de un altar a la Santa Muerte, una figura de más de dos metros de altura, de color marfil, con un atuendo rojo quemado o púrpura. Se le pregunta a un locatario el origen del altar, dice desconocerlo. Por el lugar camina rápido un hombre con un diablo y comenta que es montado por ambulantes pero asegura: “Aquí lo mismo le rinden tributo los ambulantes, que los más pesados. Vienen y dejan su ofrenda a la Santa, pero a veces dejan unos tabicotes de mariguana”, explica agitado ese hombre.

Otro altar similar se encuentra en el cruce de Guatemala y República de El Salvador. Apareció recientemente. Otros dicen que esas imágenes delimitan un territorio entre bandas o son también para extorsionar a los comerciantes.

Dentro de las 668 manzanas que conforman el Centro Histórico, operan 15 organizaciones delictivas entre las que sobre salen por su grado de intimidación Los Zetas y la Familia Michoacana, asegura Guillermo Gazal, presidente de los Comerciantes unidos para la Protección del Centro Histórico  de la Ciudad de México.
En entrevista con Excélsior, el presidente de Procentrhico dijo que estos grupos cobran “rentas” de entre cinco y 20 mil pesos mensuales.

“El señor Presidente se ha dedicado a defender el norte del país, pero a donde realmente no se le ha puesto atención como debe ser  es al Centro Histórico, que es donde emana todo el comercio establecido de Centro América y Sudamérica”, argumenta Gazal.

Se le cuestiona cuáles son las calles en las que operan esos grupos delictivos y dicen que principalmente en Bolivia, Colombia, Venezuela, Jesús María, El Salvador,  Corregidora, Santo Tomás, Roldán  y Misioneros.
¿Cuál es el modus operandi en el que operan estos presuntos grupos del crimen organizado?, se le pregunta a Gazal.

“Mandan a un muchacho de 14 o 15 años con un papel, que dice: si no me pagas  tal cantidad, te vamos a robar, le vamos a hacer algo a tu coche o a ti.

“Al principio creímos que era broma. Cuando vimos que realmente lo que decían lo cumplían, mucha gente del Centro Histórico comenzó a pagar y ha pagado cantidades muy fuertes. Los secuestros han costado muchos millones de pesos”, expone el líder del comercio establecido.

A quienes no cumplen, agrega Gazal, los asaltan o agreden a sus familiares. La práctica de extorsión y amenazas se presenta frecuentemente.

Gazal estima que la inseguridad en la zona ha provocado que 35 por ciento del comercio establecido haya dejado el Centro Histórico y exige que la Policía Federal  vigile el Primer Cuadro.

La caravana

Llegaron en caravana. En tres camionetas, una Lobo, una Hummer y otra más que parecía Durango. De los vehículos descendieron al menos cinco hombres y fueron directo sobre don Roberto (nombre ficticio de la víctima).

Al llegar a ese comercio de la calle de Campeche, que se encuentra entre la Avenida de los Insurgentes y Medellín, comenzaron a golpearlo sin piedad, en ese momento, el hombre no supo el motivo de la agresión, hasta que uno de ellos lanzó:

“Tienes que decirle a todos los comerciantes de esta calle, todos los que están de Insurgentes a Medellín que deben juntar 50 mil pesos semanales, porque este es territorio del cártel de Los Zetas”, detalla a Excélsior un testigo de los hechos.

Esto sucedió a finales del mes de junio del presente año, todavía no eran las 13:00 horas.
En ese tramo de la calle de Campeche que va de Insurgentes a Medellín, hay más de 30 establecimientos comerciales.


La Condesa, en la mira...

En la colonia Condesa también se han reportado casos de extorsión agravada, que fueron denunciados en su momento por la Coparmex, recuerda su ex presiente, Juan de Dios Barba.

Fueron dos casos, detalla quien hasta julio de este año encabezó este organismo empresarial, donde presuntos narcomenudistas extorsionaron a restaurantes y bares de los que no se proporcionaron sus nombres, por razones de seguridad.

“Algunos de ellos dirigidos a negocios de restaurantes o restaurantes bar por parte de narcomenudistas, pero de ninguna manera podemos hablar de un fenómeno generalizado en la Ciudad de México”, argumenta el ahora presidente del Consejo Económico y Social de la Ciudad.

Hace unas semanas, Juan de Dios Barba dio a conocer públicamente 50 casos de extorsión agravada, además de 10 mil llamadas de intentos de extorsión en locales comerciales, donde el 99 por ciento de los casos son llamadas telefónicas de intimidación que pretenden sorprender a la gente, haciéndose pasar como integrantes del crimen organizado.

“Se hacen pasar por los grupos que estén de moda o que difundan los medios de comunicación. Es a raíz precisamente de esas denuncias que se hicieron el año pasado, que las autoridades, empezando por la Procuraduría de Justicia del DF y la PGR establecieron mecanismos para persuadir a la población empresarial y que no cayeran en estos engaños”, expone en entrevista con Excélsior.

El líder empresarial reconoce que los casos verídicos y en los que se concretó la extorsión fueron denunciados y atendidos por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), logrando la detención de varios integrantes de bandas organizadas a este delito.





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